martes, 11 de enero de 2011

De vuelta a Los Mundos de Espe 2011

Por cuestiones técnicas he estado desaparecida de Los Mundos de Espe cosa de un mes. Ahora que Vodafone y Telefónica nos han colocado un router como Dios manda en casa, mis posibilidades de publicar se han multiplicado.

A decir verdad han sido unas navidades tranquilas, como siempre, en familia. Este año me hacía especial ilusión porque el anterior estuve en Paraguay, con mi tiísima, y con mis niños. ¡Hay que ver cómo se valora lo que tienes en el momento en que lo pierdes!

Si hago una recopilación de 2010, diría que lo empecé en Asunción. He estado en Argentina y en Brasil. He trabajado con personas maravillosas, he conocido a muchos de mis alumnos actuales, y he aprendido grandes lecciones.

He compartido mi vida con otras personas, he desarrollado una diabetes, y he cumplido 25 años -un cuarto de siglo; sólo me quedan 5 cuartos más para pasar a la siguiente vida ;) -. He conocido a los novios y novias de muchos de mis amigos, y de mis primos. Caitos y José Luis se han casado con sus respectivas parejas, y mi amiguísima Diana me ha comunicado que hará lo mismo el próximo mes de abril.

He visto a gente cambiar y hacerse más grande, más fuerte o más creciente. He visto a gente cambiar y hacerse más pequeña, más débil o caer en picado. 

Han muerto mi abuela Espe, el tío Rafael y la Mani. A los tres les digo un sentidísimo adiós con el corazón y la cabeza llena de recuerdos. 

He redescubierto antiguos amigos, he afianzado relaciones, y atraído salud y amistad a mi vida, he viajado por el mundo, he sido muy feliz, he conocido otra cultura, me he maravillado observando el recorrido de una hormiga sobre mi pie descalzo, he visto hoteles increíbles, he afianzado algunos puntos sobre La Aldea...

Este año 2010 ha sido maravilloso. No cambiaría ni un sólo renglón, ni una coma, ni un punto y seguido. Lo único que me queda anotar es que 2011 va a ser mejor si cabe, lleno de novedades, de impresiones y de sorpresas. Como siempre, como yo, será un año intenso. No podía ser de otro modo.

¡Este va a ser mi año!



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