Me gusta muchísimo el cine. Me gusta tanto, que casi cada día veo una película. Y es que para mí lo mejor de Internet es el mail y PelículasYonkis (o su variante también estupenda SeriesYonkis). Supongo que con los años todos aprendemos a diferenciar una buena película de una mala, y dejamos de lado las cursiladas románticas y los thrillers clónicos, para centrarnos en las que realmente merecen la pena ser vistas.
Me encantan las épocas en las que estamos en racha, como ahora. Después de un invierno cuajado de joyas que merecen la pena como El curioso caso de Benjamin Button, Siete Almas, The Reader o El Intercambio, este otoño los grandes directores apuestan fuerte de nuevo con una serie de películas extraordinarias a la par que originales. La verdad es que llevo un mes que no paro de ir al cine, porque no quiero perderme la oportunidad de verlas en una pantalla gigante y un sonido envolvente (vale, esto empieza a parecerse a un publirreportaje). Mis últimos descubrimientos son de lo más variopintos, empezando por Ágora. La he visto hoy, y me complace comprobar que el cine español ya no sólo hace pelis para los pocos frikis que nos dignamos a pagar por verlas. También podemos hacer superproducciones, al estilo de Hollywood pero con mejor gusto y guiones francamente más pulidos y, lo más importante, inéditos. Ágora es la clásica película didáctica que te motiva a llegar a casa y seguir investigando sobre la vida de esas personas que hoy ya pertenecen a la Historia, y también consigue -ojalá- que algunas personas se replanteen sus principios y las cosas en las que creen y por qué.
Mi segunda recomendación es Gordos, un nuevo intento de Daniel Sánchez Arévalo tras AzulOscuroCasiNegro de hacer un retrato social a un determinado grupo de la sociedad, que existe y que es real. Quizá me vea reflejada en algunos de los personajes, y mi gusto no fue más que mi propia proyección, pero las personas que escucharon mi consejo y fueron a verla, salieron bastante complacidas del cine. Qué aproveche.
Mi tercera mención se centra en el genial, único e irrepetible Woody Allen, que en esta ocasión ha tocado fondo. Para mí, Si la cosa funciona es sin duda su obra maestra con diferencia. Es una de esas pelis que te dan mucho gustito mientras las están viendo, y cuando acaban ya estás pensando en cuándo volverás a verla. Es como cuando encuentras un buen libro y no puedes parar de leer, pero por otro lado no quieres que se acabe. Terminas por coger un cariño especial a los personajes, y casi te sientes parte de esa parodia que no es más que una extracción de una vida cualquiera del mundo occidental.
Voy a continuar con otro gran director norteamericano. Se trata de Tarantino, y sus Malditos Bastardos. Tras mi estancia en Polonia he cogido bastante cariño a los judíos y un poco de manía a los nazis, y como la visión de Auschwitz me marcó muchísimo, cada vez que sacan una peli relacionada con la Segunda Guerra Mundial, procuro acercarme a cine a verla. Tarantino nos propone un final interesante, que a manos de Brad Pitt resulta aún más fabuloso. El vestuario y el maquillaje son excepcionales, la realización sumamente original y la banda sonora una joya con la que ya me he hecho.
Por otro lado he de confesar también que el mundo del 3D ha revolucionado el cine infantil, y ahora ya no sólo se ven en las butacas papás y mamás rodeados de miles de niños, sino que somos muchos los fieles seguidores de los dibujos animados. Por eso puedo deciros a todos que no os perdáis las dos pelis que se estrenaron este verano: Ice Age 3, y Up! (y aún más me atrevo a asegurar que el viejito de Up! es una reproducción en miniatura de mi padre dentro de unos años, lo que hace que me enternezca aún más si cabe el personaje).
Por otro lado he de confesar también que el mundo del 3D ha revolucionado el cine infantil, y ahora ya no sólo se ven en las butacas papás y mamás rodeados de miles de niños, sino que somos muchos los fieles seguidores de los dibujos animados. Por eso puedo deciros a todos que no os perdáis las dos pelis que se estrenaron este verano: Ice Age 3, y Up! (y aún más me atrevo a asegurar que el viejito de Up! es una reproducción en miniatura de mi padre dentro de unos años, lo que hace que me enternezca aún más si cabe el personaje).
Y voy a dejar para el último puesto la última obra de Isabel Coixet, que aunque no es la mejor de todas las que he citado, sí que trata el tema más original de todos. La ambientación de Tokio y sus gentes reflejan una ciudad casi cómica (entendiendo cómica como procedente de un cómic), y las actuaciones de los protagonistas son dignas de un Oscar (o un Goya, que suena más español). Hablo de Mapa de los Sonidos de Tokio, y os la recomiendo a todos los amantes del cine español, con un ligero toque de erotismo muy tierno, y un regustillo a tinto riojano o cava catalán.
De momento, no puedo hablar de ninguna más, aunque me quedan pendientes algunas películas que realmente estoy interesada en ver, como Katyn o París. Dadme un par de días...
Espero haberos sido de ayuda, y que realmente disfrutéis con estas fabulosas películas. Hasta la vista...
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