jueves, 11 de mayo de 2017

Poesía y percusión

Me impresionan tus sorpresas, esos lienzos en blanco que me invaden, que me invitan, que me salvan. Esos pocos segundos que me recuerdan a un humo casi inerte que me trasladan a un mundo mágico, casi inimaginable.  Gracias por recordarme que todas las poesías acaban en tu boca. Invítame a otro vino y luego hablamos. Dame un respiro, ayúdame a quedarme sin aliento. Atrévete a besarme como si ayer no existiese, solo un mañana.  Un amanecer  de color ámbar, que me desnudaba, que me medio arrastraba. Dame un poco más de ese veneno que me embriaga. No me cuentes tus inversiones, no me desparrames, no me distraigas. Que ya casi es de día -un día más- que ya me salvas. Me recuerdas a un señor, a tantos otros que casi me embalsaman. Duérmeme entre susurros, dame todas las canciones -¡todas!- que me faltan. Esta soy yo. Tómame. Y luego canta.

No hay comentarios: