lunes, 6 de junio de 2011

Todos tenemos secretos

Todas las casas esconden algún secreto… Me acuerdo de aquel pequeño rincón en el que me escondía para comer chucherías, o de la delicadeza con la que había que tratar la puerta de la entrada para que se cerrase correctamente…

Las casas tienen tantos secretos como habitantes. Cuántas veces hemos temido que alguien intuyese con tan solo mirarnos alguno de los nuestros, aunque en realidad eso sería algo casi imposible. Recuerdo aquella vez en que compré mi primer conjunto de lencería. Fui a la tienda con mi madre, y tras horas y horas de pudor desmesurado y de probarme alrededor de 200 modelos –a cuál más discreto-, me fui a casa medio sonrojada, algo apenada al saberme ya mujer, dejando a un lado mi etapa de niña…

Sí, es cierto. Todos tenemos secretos, pero hay veces, hay casas, y hay personas, que se dejan poseer por los suyos. Una vez estaba sentada con una amiga en mi cuarto. Tengo aún la imagen en mi cabeza como si hubiese ocurrido ayer. Mi amiga me miraba fijamente, con las comisuras de los labios perladas de un ligero sudor frío, y sus manos reflejaban un profundo nerviosismo. Ella intentaba contarme algo, pero las palabras no salían de su boca, atragantadas en algún punto entre el cerebro y sus ansias. Su mirada se tornaba más y más vulnerable con el paso de los minutos, y vi en sus ojos, aquellos ojos negros, un miedo infinito a confesar lo que tanto le costaba. No sé qué estaría pensando, pero sentí una profunda ternura por mi amiga. ¿Acaso alguna vez yo estuve también en la misma situación?

Todos tenemos secretos, forma parte de la naturaleza humana… La vergüenza, el miedo al rechazo, el pánico social, los convencionalismos, las normas, la convivencia y la educación, son muchos de los causantes de que todos tengamos secretos. Yo también los tengo. Algunos los he compartido, y otros aún no. Aunque he descubierto, con el paso del tiempo, que no hay en el mundo ningún secreto que sea tan terrible como para generar tanto estrés como el que le produjo a mi amiga. Yo lo tengo clarísimo, y por eso he decidido romper con mis secretos, con los tabúes y con los miedos. En parte eso es lo que hago en Los Mundos de Espe, y en parte también aquellos que me conocen jamás dejan de sorprenderse conmigo, pero es que la vida es algo maravilloso, y yo ya estoy cansada de dejarme poseer por todos esos secretos…

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