sábado, 15 de mayo de 2010

Esperando la carroza

Tengo que reconocer que siempre me encantó hacer vida social, y mi madre que tan bien me conoce suele decir que lo que me gusta es estar de acá para allá... Yo no sé si lo describiría así, pero lo cierto es que desde que volví de Paraguay no he parado ni un sólo segundo -y lo que me queda-.

Cada día como o ceno con alguien a quien hace tiempo que no veo, trato de reencontrarme con mis viejas amistades o algún miembro de mi familia, y mi mente está llena de planes alternativos (agenda en mano para que no se me olvide ninguno). El caso es que mi tía Mª Luisa me recomendó una obra de teatro titulada Esperando la Carroza, en la que actúa el padre de su hijo (esto de las situaciones sentimentales y la discreción a veces me hacen sentir algo violenta).

Así que ayer me fui a ver la obra, tan contenta, invitada por Julito, y preparada para divertirme de lo lindo en una producción plenamente argentina, en la que se retrata la mar de bien la vida de cualquier familia de inmigrantes porteños asentados en España desde hace tiempo. Tengo que deciros que me gustó muchísimo, y más después de haber pasado los pasados meses en Paraguay (teniendo en cuenta la increíble influencia que tiene de su país limítrofe).

Creo que aún estará un tiempito en cartelera, en el teatro Arenal (C/ Mayor, nº 6). Sin lugar a dudas, recomendado. Además, está justo enfrente del Museo del Jamón, así que os podéis pasar a tomar una cañita y algún aperitivo de la casa, y le ponéis el broche final a la noche.

Me encanta vivir en España, a pesar de que investigue otros países. Me siento española hasta la médula, y a veces hasta pienso que mis venas están hechas de Rioja más que de otra cosa...

Un beso enorme a todos, y una mención especial a Julio, por invitarme a verle, y por su magnífica actuación.



No hay comentarios: