lunes, 23 de noviembre de 2009

Los lujos en el Fin del Mundo

¡Hola a todos!

Hoy os voy a contar una historia un tanto peculiar: el otro día, se me ocurrió preguntar a los niños qué hacían en Navidad para conseguir que fuese especial. Me explicaron que el día 25 la mayoría no trabajan porque la gente no sale de sus casas. Como siempre, me arrepentí demasiado tarde de haber hecho la pregunta, y ya no había marcha atrás.

Investigando un poco sobre las tradiciones paraguayas durante los festejos navideños, descubrí que los niños del comedor, mis niños, el día de Nochebuena -al igual que el resto de las noches-, no cenan. No tienen dinero suficiente para permitirse ese lujo, por lo que si tienen suerte, consiguen rapiñar una bolsita de té que ponen a hervir en dos litros de agua, que reparten entre todos los miembros de la familia. Algunas madres incluso roban un paquete de galletitas en un supermercado para conseguir que ese día sea algo más especial que el resto.

Yo no me podía creer lo que me estaban contando, como si fuese lo más normal del mundo... Se dice que cuando se acercan las fiestas hay que tener más cuidado en los autobuses y en las plazas porque incrementan notablemente el número de robos. Y ahora entiendo por qué. Los padres quieren que sus hijos tengan qué menos que un mendrugo de pan que llevarse a la boca...

Por eso he mandado un mail esta tarde a todos mis contactos pidiendo que colaboréis con mi nuevo proyecto: una cestita de Navidad para cada niño, para que al menos esa noche puedan tener algo que cenar con sus familias.

Os voy a facilitar un número de cuenta corriente (Bankinter) para que ingreséis lo que podáis:

0128-0053-18-0100021261


Este dato lo dejaré fijo durante algún tiempo en la parte superior de mi blog, para que los que me siguen esporádicamente al menos se enteren de esta iniciativa. De verdad, no os podéis ni imaginar la situación tan precaria en la que viven estos niños. Y no sólo ellos, también los de las cinco misiones más que tienen las monchis aquí en Paraguay. Por eso, os agradecemos de todo corazón cualquier tipo de aportación que podáis hacer (y claro, si alguno se anima a mandarnos una transferencia mensual, pongo a todas las monchis de la Congregación a rezar por su alma ¡¡de por vida!!).


Cuando hayáis hecho la donación, mandadme por favor un mail  (esperanza_de_toro@yahoo.es) dándome vuestra dirección postal para dar la oportunidad a los niños, a las hermanas y a mí de agradecéroslo como Dios manda.


Muchísimas gracias una vez más. El lema de mi universidad era "atrévete a cambiar el mundo". Ahora me doy cuenta de que, entre todos, es posible.





1 comentario:

Concha dijo...

Espeeee!!
Gracias por esta iniciativa y atreverte a cambiar el mundo! :-)