miércoles, 3 de marzo de 2010

Los 10 Mandamientos del Tereré

Me he dado cuenta de que últimamente hablo bastante del tereré, pero en realidad nunca he llegado a explicar qué es exactamente. 

1. El tereré es una bebida refrescante, que aquí en Paraguay es toda una institución. Para prepararlo, hay que poner en un termo especial para contener líquidos fríos, unos dos litros de agua y al menos dos bloques de hielo (hechos con unas bolsas especiales o con vasos de metal). 

2. Después hay que agarrar una guampa (una especie de recipiente de madera), e introducir una mezcla de yerbas secas, y añadirle los yuyos que se deseen. Un yuyo es una planta fresca que sirve como remedio natural -o versión tradicional de la homeopatía- y tratamiento medicinal. Después se le suma la bombilla, que es como una pajita de alpaca un poco más sofisticada, que sirve para absorber el agua. 

3. Una vez preparado el tereré, todas las personas que en ese momento quieran tomar, se sientan alrededor haciendo un corro, y sólo uno es el encargado de ir sirviendo poco a poco pequeñas dosis de agua paulatinamente, y después ir pasándole la guampa uno por uno, siempre en orden riguroso y sin alteraciones.

4. Antes de empezar a repartir, se verterá agua sobre la guampa por primera vez, y se esperará a que la yerba la absorba. Este proceso dura aproximadamente 2 minutos.

5. La misma persona nunca puede tomar dos veces seguidas tereré. Si desea más, deberá esperar la ronda completa, a que llegue su turno de nuevo.

6. Después de que te pasen la guampa, debes absorber todo el líquido que contiene hasta que haces ese ruido que indica que ya no queda agua. Si el servidor no escucha el ruido, te devuelve la guampa para que termines del todo tu mate

7. No debes decir gracias cada vez que te pasan la guampa, sino sólo cuando ya no quieres seguir tomando. Es la manera en que indicas al servidor que estás satisfecho, y has de agradecer al final, porque sino, dice la leyenda, que las mujeres se quedan solteras. 

8. El primer tereré de un niño es todo un acontecimiento. Normalmente el susodicho tiene alrededor de 3 ó 4 años, y es una verdadera emoción para los padres, que sienten un orgullo especial por su hijo.

9. Si el agua no está lo suficientemente helada, hay que cargar más hielo. Y si mientras se toma tereré, se acabase el agua del termo, el que sirve es el encargado de ir a rellenarlo y empezar de nuevo todo el proceso, hasta que todos los miembros de la ronda hayan dicho gracias

10. Jamás verás a un paraguayo salir de su casa sin su kit de tereré. Puede olvidarse de la cartera, del celular, o incluso de su falda, pero jamás del tereré. A los extranjeros por lo general les genera mucha repulsión por dos motivos: el primero, porque hay que compartir la bombilla entre mucha gente (lo que a veces les da aprensión), y segundo porque al principio tiene un sabor amargo. Pero en cuanto llevas aquí un tiempo, descubres que es el único modo de paliar el calor. Te acostumbras, y hasta te encanta. Yo, por ejemplo, ya no concibo mi vida sin mi tereré - y de hecho, mientras escribo, estoy tomando-. 

Aquí el tereré es un elemento social. Os explico. Situación 1:

En el colectivo. Son las doce del mediodía. Tú estás agotada, muerta de hambre, sedienta, y deseando llegar a casa. A tu lado viaja una señora con su tereré. Está tomando tranquilamente, y empieza una conversación:

- Hace calor, ¿verdad?

Tú tienes la espalda empapada de sudor, te sientes desfallecer, y piensas que las redundancias en ese momento resultan hasta sarcásticas. Pero entonces la miras a los ojos, y te das cuenta de que no te está tomando el pelo. Entonces respondes amablemente:  

- Sí, hace calor.

- ¿De qué parte de España sos? -en cuanto abro la boca me cazan-.

- De Madrid.

- Ah. Yo tengo una prima que se fue allá y ya nunca más quiso regresar. Aquí la extrañamos, pero siempre nos cuenta cosas muy lindas de España, y de la gente, y todo...

- Sí...

- ¿Ya aprendiste a tomar tereré? - ese es el punto de inflexión del diálogo-.

-Sí. 

- Yo te invito al mío. Tiene menta'i, que es para los nervios. - tú agarras su guampa, y te bebes hasta el aliento, la miras agradecida, como si te hubiese salvado la vida, y entonces ya sois amigas. Seguís tomando durante todo el trayecto-. 

- ¿Y cuanto tiempo llevas aquí?

- Pues llegué en octubre y... - sigue la conversación, intercambiáis los números de teléfono, te invita al asado de su casa el domingo próximo, y cuando llega a su parada, os despedís como si os conocieseis de toda la vida-.

Situación 2: 

Tus padres vienen a verte. Habéis quedado en Buenos Aires. Tú estás de los nervios por el avión. Llega una hermana y te dice:

- Tranquila, te voy a poner varios yuyos en el tereré para que te vayas a Buenos Aires bien relajada y ya verás cómo disfrutas de tu vuelo -tú, algo escéptica pruebas el mejunje verde, y te empiezas a sentir cada vez más y más adormilada...-.

- Ay, hermana, que es que me da mucho miedo. A mí antes no me preocupaba, pero desde que volé desde París a Madrid... - y 10 minutos más tarde estás totalmente dormida frente a ella-. 

Aquí el tereré es casi una forma de vida. Creo que nadie se podría plantear la vida sin su tereré... Ni siquiera yo puedo ya...

Mi ronda de hoy ya ha acabado. Ahora sólo os digo gracias. Hasta mañana.




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